Un consejero lo ayuda a identificar un área problemática, a explorar los factores que pueden estar contribuyendo a su dificultad y le brinda opciones que puede considerar. El asesoramiento no es algo que se te ha hecho. Por el contrario, se le pide que desempeñe un papel muy activo para mejorar y formar un equipo con su terapista para trabajar hacia los objetivos acordados. Un terapeuta puede pedirle que lleve un diario, lea libros de desarrollo personal, practique nuevas conductas, etc. El objetivo del asesoramiento es aprovechar sus fortalezas para ayudarlo a resolver sus problemas. La consejería es una manera de ayudarte a ayudarte a ti mismo.